Ho-ho-ho!!!!

¡¡Feliz Navidad a toooodo el mundo!!
¡Quién lo iba a decir!

Una vez más, se acerca la Navidad a pasos agigantados y, a pesar del marisco, el turrón, las uvas, etc., que engullirás con placer… el plato principal eres tú… con todos los refuerzos posibles… y no sabrás quién te ha quitado un riñón, un ojo de la cara o el hígado mismamente hasta que pasen semanas y empieces a pagar caras las facturas de la Navidad.

¡Es que es TAN  bonita la Navidad…!

Pese a la operación sin anestesia ni local ni general, seguirás alelado/a hasta que Sus Majestades los Reyes de Oriente, Santa Claus, Papá Noel y la madre que… vengan con su carga de juguetes y/o carbón y se vuelvan a largar con viento fresco para preparar los pedidos del año siguiente.

Y cuando crees que la bonita y entrañable Navidad ha terminado y que puedes relajarte y pensar en otras cosas, te viene la locura de las facturas… y las comiditas  con los amiguetes para contaros los pormenores de la demencial alegría navideña.

¡Feliz Año Nuevo!

¿No es bonita la Navidad?

Polvorones, turrón, cava, besugo (con perdón), ternera, faisán, angulas, ostras, caviar, garbanzos, lentejas, serpentinas, matasuegras (…), alcoholes varios, dulces a granel, uvas, villancicos, panderetas, confeti, fuegos artificiales, bla, bla, bla… y unos diez o doce kilos de más que tardarás en perder… unos once meses… justo antes de  que la Navidad llame a tu blindada puerta de nuevo.

Y vuelta a empezar.

¡A que es preciosa la Navidad!

Felices Fiestas a todos y cuidado con… lo que ya he mencionado…

Frío

Una mañana extraña, con frío ambiental y frío en el alma.

Intento calentarme las manos para sentir palpitar mi corazón y saber que sigo viva un día más para poder seguir escribiendo en mis múltiples blogs... de prueba o serios... de modo que sigo dándole vueltas  a qué decir y cómo decirlo de manera que rellene un hueco abierto ante mí sin parecer tétrica, triste, melancólica, pedante, desdeñosa... aunque no sé muy bien si lo estoy consiguiendo.

Me detengo un momento a pensar en lo ocurrido este fin de semana, al margen de trabajo e historias que no vienen al caso contar aquí... y me da la impresión de que las cosas torcidas pueden enderezarse... sea el campo que sea. Una situación comprometida ocurrida en un momento inesperado se solucionó con una broma divertida y la página se pasó sin más para comenzar a escribir una nueva. El capítulo del día ha comenzado como un suspiro de alivio... para seguir relatando unos hechos cotidianos, anodinos a veces, que se repiten periódicamente sin remisión. Pesados, monótonos, mecánicos casi... pero gracias a ellos recibes un dinero a final de mes que te permite vivir... Mejor o peor, pero un sueldo que te ayuda a subsistir un tiempo...

Me desvío del tema.

Como quizá se aprecie, la preocupación sigue latente.

No es plato de gusto no poder trabajar cuando se supone que deberías poder hacerlo y ser útil mientras ves a esos pobres niños ricos despilfarrando el dinero de sus padres viviendo la sopa boba y quejándose luego de no poder soportar la presión mediática. ¡Me gustaría poder verles sobreviviendo mes a mes con una paga de apenas 500€... abonando gastos de la casa, colegios, ropa, comida, etc! Mejor miente, roba, asesina o haz lo que creas para seguir en la cresta de la ola y no pertenecer a la "clase obrera"... ¡Qué pena de país!

Vuelvo a desviarme del tema.

A lo tonto, se me ha pasado la nube negra que amenazaba con descargar rayos y truenos sobre mi ya de por sí dolorida cabeza.

Ahora lo veo todo con mayor optimismo que hace un momento.

¿Influirá el tiempo? ¿O será que el hecho de darle mil vueltas a las cosas a veces te juega unas pasadas tacticamente malas, estratégicamente inviables y practicamente indecentes?

No lo sé muy bien... pero seguiré investigando el tema... cueste lo que cueste.

Un saludo.

Gratis vs Pagado

¡Buenas tardes!

Aunque parezca que me he olvidado de este humilde Blog, no es correcto. Simplemente, estoy ocupadísima con mis quehaceres diarios en el trabajo y en mi casa.

¿Alguien se ha parado a pensar que las personas somos la leche en cuanto a los temas que nos resultan gratuitos?   

Me refiero a que, por ejemplo, hay ordenadores gratuitos en algunas bibliotecas... de modo que algunas personas intentan hacer lo que harían en sus casas... de tener la terminal allí. Por ejemplo. Y que conste que lo he vivido hace nada: Un ordenador libre en una mesa cualquiera al uso y disfrute del público colocado en la entrada de una biblioteca cualquiera. Se puede usar media hora... y la persona en cuestión no sólo no ha tenido cuidado (¡Hay niños, por Dios!) sino que se ha puesto a ver páginas pornográficas en mitad de esa entrada. Se le dice discretamente que no puede hacer eso y, por toda contestación, dice "Estoy haciendo tiempo, que me tiene que llegar un correo". ¿Y tienes que ver páginas porno mientras tanto? ¡Ese lugar no es para esto, señor suyo! Cuando las trabajadoras (todas chicas) comentan lo sucedido, el individuo en cuestión se molesta... y, finalmente, abandona el establecimiento rápidamente... con cara de pocos amigos.

Y yo me pregunto.

¿No creéis que no es de recibo el hecho de que se usen materiales ajenos en beneficio propio... molestando a las personas que nos rodean?

Suena ingenuo, lo sé.

Simplemente, todo este artículo se refiere a que está bien que haya material gratuito al servicio del público... pero ese público debería respetarlo y tratarlo con cuidado para que dure el mayor tiempo posible.

Un saludo.

Buenos días

Érase una vez, en un lugar muy muy lejano de un barrio alejado del mundo donde todo ocurre por una razón, un niño otea el horizonte una y otra vez con unos ojos enormes llenos de vida.  A su alrededor, las viejas casas caen ladrillo a ladrillo cada día desde que él recuerda. Los vecinos se parapetan tras las bufandas, las viseras, las raídas cortinas de sus casas y miran con angustia creciente a un lado y otro de la adoquinada calle. Un gato maulla en alguna parte mientras un bebé reclama su alimento y un anciano da de comer a las palomas con pequeñas migas de pan viejo cada vez a la vez que el tendero de la esquina refunfuña por lo bajo al ver que le han vuelto a robar piezas de fruta.

Mientras, en la humilde central de policía, el único agente mira el reloj con preocupación pensando que esta vez está tardando demasiado.

Un rumor crece lentamente aunque nadie sabe lo que ocurre hasta que el niño que mira el horizonte llega corriendo, con la sonrisa de oreja a oreja iluminándole la cara y gritando “¡¡Ya viene!!¡¡Ya viene!!” provocando un alboroto tremento entre todos los vecinos. Órdenes y contraórdenes, ansiedad, excitación general. ¡Todo tiene que estar a punto!

Mientras esto ocurre, una mano masculina recoje algo de una balda y se tumba sobre la cama con un cojín bajo la cabeza.  Acomodándose, abre el libro de lectura por el bonito marcador de páginas y empieza a leer en voz alta tras comentar que Mr. Reed debería ser un poco más humilde porque él también fue barrendero mientras Mr. Kyte debería consentir en el matrimonio de su único hijo y heredero con la dulce Elisabeth, una chica que ha sobrevivido a  mil y un problemas que él desconoce aún…

En el pueblo en ruinas, los miembros de la comunidad se vuelven a mirar a los aludidos con gesto severo mientras el agente Kylen toca su silbato  para intentar imponer orden.

- ¡Damas y caballeros!, dice  con voz autoritaria, ¡Por favor! [Los vecinos le miran mandándose callar unos a otros] Gracias, Damas y Caballeros. Sabemos que hoy ha llegado un poco más tarde. Nos hemos preocupado un poco… pero Richard ya está aquí así vamos a prepararnos. [Los vecinos se felicitan] Todos listos en un minuto, señores, que tiene prisa… Mr. Roland, le ayudo…

El joven tumbado en la cama lee la primera línea y un rayo de Sol se filtra entre los negros nubarrones iluminando el feo barrio de piedras y enlosado mientras el joven va pronunciando en voz alta los nombres de los diversos personajes que toman parte en la historia.

Y colorín colorado…. No. Este cuento no se ha acabado.

Dime tú como sigue…

Un saludo.

Buenos días.

Nuevo día.

Me he llevado una desagradable sorpresa al intentar acceder a un trabajo online… y he visto que ni siquiera me deja acceder. Pido cambio de contraseña… y me recocone el correo… pero no puedo acceder al contenido… al menos en este ordenador. Lo volveré a intentar desde casa.

En otro orden de cosas, el trabajo prospera lentamente.

Se me ocurren cientos de ideas para desarrollarlas aquí, en este proyecto… pero no es mi función la de dar ideas ni la de aportar nada.
Montañas de trabajo acumulado
¡Buff!¡Lo que me queda todavía!
Simplemente soy la persona que ejecuta órdenes.

¡A ver cómo les digo que el programita en cuestión puede dar errores y hasta puedes no poder acceder a él… como me ha pasado a mí!

En fin.

Seguiré intentándolo.

Un saludo.
 

¿Y qué haces cuando te pasa esto?

Buenos días.

Ya sé que este artículo lo van a leer muy pocas personas dado que he tenido que pasar este blog a privado porque alguien estaba intentando boicotearlo.

Por eso ahora sólo admito invitados expresos.

Algún día volveré a abrirlo al público, por lo que estoy escribiendo estas líneas para cuando llegue ese momento.

Cuando trabajas, cuando preparas con mimo un trabajo y esperas que los demás lo reconozcan como se merece... y te encuentras con esto... ¿qué puedes hacer excepto defenderte? El Derecho Intelectual está ahí. El Derecho a desarrollar tus propias ideas sin que otros te plagien o boicoteen. Pero siempre está el gracioso/a de turno que cree que ya que trabajas online, te arriesgas no sólo a que te plagien sino a que te intenten boicotear. Por fortuna, suelo entrar muy a menudo y me dí cuenta de que algo no iba como debía... y actué.

Unas líneas para tí, boicoteador/a.
Imagen encontrada en www.taringa.net/posts/hazlo-tu-mismo/5417148/...
Si tu mente está tan hueca que no tienes ideas propias, respeta las ideas de otros... como solemos hacer los que nos asomamos a esta ventana virtual. Si te da igual lo que digo, si "passas"... ¡no sabes cómo lo siento por ti! Te pierdes una experiencia increíble. Sé que te reirás, que dirás que soy una chiflada (sí, soy mujer), que no soy quién para darte lecciones... pero pronto aprenderás que hay normas para todos. Incluso para ti. Podemos adoptar ideas de otros, adaptándolas a nuestra personalidad, desarrollándolas de un modo diferente. Es la convivencia. Todos influimos en todos. Incluso aquí. Por eso es tan hermoso y enriquecedor leer los artículos de otras personas incluso cuando te parezcan infantiles o estén llenos de errores. Pero tú has decidido apropiarte no sólo de una idea sino de todo el blog. Pues no. No te pertenece. Algún día leerás este artículo y te cabrearás. Me es indiferente. Si no eres lo bastante maduro/a, no eres bienvenido/a. Ahora me perjudicas en cierto modo... pero esto es momentáneo. Tú te perjudicas más... a largo plazo.

Lo siento por todos los demás que, aunque no me habéis dejado unas palabras, sé que habéis entrado y me habéis leido.

Esto es pasajero.

Un saludo cordial... para cuando lo leáis.

Lo necesitaba

¡Buenos días!

Lo necesitaba. Sí.

Necesitaba exorcizar a parte de mis demonios y obligarles a ver la luz.

Les he hecho mirarse en un espejo y se han espantado ante su aspecto, de modo que hoy puedo mirar fugazmente al pasado sin rencor ni resquemor.

El camino a recorrer es largo y ya duro de por sí. No necesitamos más obstáculos en él.

¿Qué podría contar hoy para romper el tono filosófico-humorístico-gótico con el que he empezado este artículo?

Érase una vez una escritora muy novel que se enfrentó a un papel en blanco... casi... y no sabía muy bien cómo seguir su artículo.

Su cerebro daba vueltas y más vueltas y sus neuronas se zarandeaban las unas a las otras para motivarse a dar ideas originales... pero no se les ocurría nada.

En esto, una de las neuronas vio a otra ensimismada y le preguntó qué ocurría. "Se supone que gracias a nosotras la humana piensa", dijo con tristeza, "Estamos dándole vueltas y más vueltas y no se nos ocurre nada". Las demás neuronas se miraron muy sorprendidas y empezaron a hablar entre ellas mientras la pensativa neurona las devolvió una mirada grotesca.

La joven escritora puso sus dedos sobre el teclado y los fue deslizando letra a letra hasta conseguir formar frases coherentes, rellenando línea a línea el papel en blanco hasta completar los folios pedidos.

Se levanta, estira perezosamente los hombros, va a la cocina, se prepara un café y lo bebe despacio, pensando en que tiene que volver a empezar de una vez se haya relajado. Tras los quehaceres diarios, regresa al ordenador y visualiza el texto escrito con un amargo suspiro... y le asalta una profunda y agradable sorpresa al empezar a leer el borrador preparado.

"¿He escrito yo eso?", preguntó en voz alta, asombrada, esperando una respuesta que no llega.

Su alegría no ha hecho otra cosa que empezar porque, al entregar la obra ya terminada y revisada un millón de veces, el destinatario se sorprende igualmente.

Pasado un tiempo, el teléfono suena en el domicilio de la joven y, al otro lado, una voz masculina conocida le anuncia ¡pletórico! que "todo el mundo" está entusiasmado con su libro, que van a hacer tal o cual evento para publicarlo, que... Para entonces, la joven ya no escucha. Sólo sonríe, satisfecha por el deber cumplido... y pensando que le ha resultado mucho más fácil de lo que creía en un principio.

En su cerebro, sus neuronas se relajan un poco tras una discusión amarga y tensa.

Y, por un segundo, una pregunta flota en el ambiente.

"Bueno, chicas", dice una voz, "¿Y qué vamos a pensar hoy... para ayudarla?"

Y yo, a lo tonto a lo tonto, también he escrito mi artículo.

Un saludo.

Y un día, ocurrió

¡Buenos días!

¿A nadie le ha pasado nunca que espera con ansia encontrar la solución a un problema X... y pasa un tiempo interminable... y un buen día, cuando parece que ya te has rendido, la solución aparece de improviso?

Pues es lo que me ha pasado a mí con uno que me estaba volviendo del revés.

Ya me estaba dando por vencida, me estaba dejando llevar por el desasosiego... cuando me un milagro me ha puesto la solución delante.

Puestas así las cosas, el tema en cuestión ha pasado a la historia favorablemente de modo que puedo seguir adelante sin problemas añadidos.

Hace poco alguien me ha comentado que la situación de un proyecto que tenía en mente era caótica. Como buena amiga, le pregunto a la persona en cuestión qué ocurría, que si podía ayudar en algo. Esa persona me dice, con sorpresa, que sí, que de hecho soy la indicada para hacerlo. Y así ocurrió.

Todo fue bien.

El proyecto en cuestión estaba atascado por una nimiedad que se solventó sin problemas a las primeras de cambio y los que tuvieron la idea lo sacaron adelante sin contrariedades. Ahora bien. El mínimo reconocimiento que esta que escribe esperaba por parte de ellos nunca llegó. Fueron promocionados, consiguieron puestos mejores y sus bolsillos se vieron recompensados... mientras yo aumentaba las filas del INEM sin contemplaciones. 

Desde entonces, esta escritora en ciernes ha madurado y ha fortalecido algunas facetas de su carácter (otras todavía deberán pulirse poco a poco conforme avance el tiempo) y ya no es aquella niña que se dejó embaucar por personas sin escrúpulos que la retiraron la palabra en cuanto consiguieron sus fines. Hoy, esa niña se ha hecho escritora aficionada y, de cuando en cuando, la musa en cuestión le acaricia una mejilla e ilumina su mente para que, en un momento dado, sus dedos corran sobre el teclado dando forma a frases de tal modo que el texto final sea mucho más cómodo y hasta agradable de leer.
Quiero hacer constar que no tienen nada que ver con el proyecto al que se refiere el presente artículo
El proyecto de aquellas personas llegó a buen puerto, sí. Y luego surgieron otros proyectos del mismo grupo de personas, que nunca finalizaron porque faltaba una pequeña tuerca en el engranaje. No quiero  decir con esto que sea imprescindible ¡ni mucho menos! Simplemente lo que reivindico aquí es la justicia debida para todos aquellos seres pensantes que en algún momento dado de sus vidas  han tenido una buena idea y otros se la han apropiado sin escrúpulos.

Ya lo dice el refrán: Al César, lo que es del César. No vaya a ser que les pase como a ese grupo de gente  que se aprovechó en su día de una joven. Hoy yo estoy trabajando y ellos están en el paro. A eso se le llama justicia poética.

Un saludo. 

Plástico

¡Buenos días!

Un hecho conocido por todo el mundo es que debemos reciclar todo lo que podamos y un poco más... o este mundo se nos va definitivamente entre agónicos estertores. De hecho, se nos está marchando.
Si no reciclamos, esto no es una medusa...
Lo más escandaloso del caso, a mi modesto entender, es que algunos grandes almacenes intenten hacer negocio con las susodichas bolsitas de plástico: Primero nos vendieron la idea de que sus bolsas eran biodegradables... para, posteriormente, cobrarnos descaradamente por cada bolsita y pedirnos que "reciclemos las bolsas para cuidar el medioambiente"... El negocio gira también en torno a este hecho. "Se lleva" lo de reciclar y pensar en verde... aunque algunos ya lo pensábamos hace años. Y yo me pregunto... No son sólo las bolsitas de plástico... ¿Y los botellones que esos grandes almacenes venden a los menores? ¿Y las botellas de alcohol, de cristal? ¿Y todos los plásticos de los productos que ellos mismos venden? Antes no te vendían los productos empaquetados individualmente casi embasados al vacío y envueltos con plástico y "preservados" con más plástico...  "para que el producto llegue en perfectas condiciones hasta Vd.". ¿¿Pero qué me estás contando??

¡Apuntaos esto, RR.PP. de ciertos comercios!

Plazos de tiempo para la descomposición de varias materias comunes:
  • Cáscara de plátano o de banana: 2 a 10 días.
  • Pañuelos hechos de algodón: 1 a 5 meses.
  • Papel: 2 a 5 meses.
  • Cáscara de naranja: 6 meses.
  • Cuerda: 3 a 14 meses.
  • Filtros de cigarrillos: 1 a 2 años.
  • Estaca de madera: 2 a 3 años.
  • Calcetines de lana: 1 a 5 años.
  • Estaca de madera pintada: 12 a 15 años.
  • Telas de nailon: 30 a 40 años.
  • Pañales desechables: 5 a 100 años.
  • Envases de leche (Tetra PACK): 100 años.
  • Zapatos de cuero: 50 a 200 años.
  • Bolsas de plástico: 100 a 200 años.
  • Latas de Aluminio (paquete de 6): Aproximadamente 450 años
  • Canillas de plástico (de paquetes de latas de aluminio): 450 años.
  • Vasos de aislante térmico de poliestireno "Styrofoam": 500 a 1000 años.
  • Botella de vidrio: Cerca de 4.000 años.
  • Hierro: Dependiendo del tipo de hierro, de 1 año a varios millones de años
Parecen tonterías, pero da qué pensar...

Son productos habituales en el mundo que nos ha tocado vivir... No quisiera parecer alarmista, pero hay que ponerse YA las pilas... reciclables... o nuestros nietos y sus descendientes lo van a pasar muy mal.

Volviendo al tema de esta entrada, creo que deberíamos olvidarnos YA de las bolsitas de plástico no sólo por el medioambiente, sino por nuestro propio bolsillo porque, dependiendo del establecimiento, cobran entre 1 y 7 céntimos de Euro [Lo que vienen a ser entre 166 Pts y 1165 Pts ¡¡por una bolsita de plástico!!].

Parece una broma de mal gusto, pero es cierto.

Y para los más   suspicaces   o reticentes, en este enlace http://www.madrimasd.org/blogs/sostenibilidad_responsabilidad_social/2010/09/05/131102  se comenta no sólo el costo de dichas bolsitas en esa comunidad... sino algunas opiniones a tener en cuenta de algunos ciudadanos indignados   y en este otro http://www.blogdemedioambiente.com/sostenibilidad/el-precio-de-una-bolsa-de-plastico/  se hace constar un ejemplo a seguir: Irlanda. ¡¡Cobraban 15 céntimos de Euro [¡¡¡¡2.496 Pts!!!!] por bolsa en el 2002!! En los cinco años siguientes se redujo el uso de las mismas un 90%. 

Si todos siguiéramos su ejemplo, creo que iría mucho mejor.

O, probablemente, se encontraría otro producto altamente contaminante... como ya ocurriera con el carbón y la revolución industrial...

Un tema delicado, pero muy serio.

Un saludo.

¡Y parece que fue ayer...!

¡Buenos días! Sonrisa

¡Parece que fue ayer cuando mi nene empezaba a dar sus primeros tambaleantes pasos, se tropezaba, caía, se levantaba con una risotada y seguía su camino con una sonrisa de oreja a oreja!

¡Y ya tiene casi dos meses!

Ha aprendido mucho todo este tiempo: ¡Ya me sabe leer y escribir! Se alimenta bien, con gran variedad de productos y gran surtido de imaginación y aportaciones externas. Eso le está haciendo más fuerte, listo y responsable... por lo que estaré eternamente agradecida. Sin la ayuda de los canguros de turno, de las personas que se ofrecen a custodiarle durante un momento al menos... no habría llegado hasta aquí.

Mi niño es feliz.

¡No hay más que verle! Guiño
¡Cómo crece mi niño...!
Espero que mi niño siga madurando rápidamente, que vaya aportando su granito de arena y que se comporte como debe en este mundo y no se meta en problemas. Y que todos lo vean con salud y alegría.

Un saludo.

Un día especial

¡Buenos días!
Como decíamos ayer, la fauna nocturna ha venido a visitarme de nuevo... con una pequeña diferencia. La pasada noche volví a soñar con bichitos y cosas raras... pero predominaban los sueños más íntimos que no voy a comentar aquí.

Supongo que esto pasa cuando te zambulles en aguas desconocidas y esperas que no te pase nada malo en el intento. Como cuando vas a la playa por primera vez en tu vida: Te fascina ver tanta agua junta, que no se derrama sino que se mueve suavemente... pero te aterra mojarte... hasta que alguien te coje de la mano y te invita a dar tus primeros pasos hasta la orilla... y ves que no es tan peligroso como parece.

Esto es lo que me ha sucedido a mí.

Empiezas con torpeza, recargándolo todo en plan gran estilista excéntrica, muy barroca... hasta que te das cuenta de que el estilo minimalista, con guiños aquí y allá, resulta más atractivo... sin menospreciar en ningún caso ese maravilloso estilo arquitectónico.

Fachada trasera de la Catedral de Santiago de Compostela
Va pasando el tiempo poco a poco y te vas dando cuenta de que no es tan complicado como parecía, así que te vas sumergiendo un poco más... y tus brazadas son cada vez más amplias y seguras de modo que te vas atreviendo un poco más cada vez.

Estoy convencida de que, en su momento, a no tardar demasiado, me complicaré la vida de un modo apabullante cuando me plantee la idea de ampliar fronteras y sumergirme en el mundo de la creación de una Web o algo parecido.

Por lo demás, esta que escribe está dispuesta a arriesgarse un poco más y subir un peldaño en la gran escalera del saber y el conocimiento.

La gran escalera...
Estoy en ello.

Un saludo.

Érase una vez...

¡Buenos días...!

En un lugar lejano, donde las fantasías y la realidad se confunden para fastidiarnos el descanso y confundirnos un poco más, una jovencita paseaba por un camino de sistema binario observando los árboles en flor y la extraña fauna local con nombres tan curiosos como Zotob, Nimda, Sasser, Barrotes, Bagle o Blaster... que tienen a bien destruir todo a su paso sin reparar en gastos.

Pues bien.

Esta indefensa humana intentaba por todos los medios luchar contra esos bichos sin un buen escudo protector... y cuál sería su desgracia... que perdió la batalla y apenas pudo salvar nada de la información original.

Afortunadamente, el grillo matinal me hace abrir un ojo y suspiro: ¡Todo ha sido un sueño! No obstante, anonadada por la pesadilla, en cuanto me ha sido posible he corrido a encender el ordenador de mi trabajo y confirmar que toda la información está donde debe, que no hay bichos ni faunas a combatir y que la copia de seguridad está actualizada.

Buff!!!
¡Qué salvadaaaaa!

Por eso puedo proseguir con mi trabajo sin problemas y asomarme a esta ventana para intentar describir la extraña sensación que me ha producido esta pasada madrugada el sueño que he tenido. Era tan real que parecía estar despierta... si bien no conseguía despertarme para confirmar que era simplemente un sueño.

Ahora, horas más tarde, cuando ya he asumido ese hecho, tengo que expresar mi angustia de alguna manera y se me han ocurrido estas frases.

Un saludo.

Comienza la semana

¡Buenos días! Sonrisa

Hoy es lunes, como todo el mundo sabe, y comienza otra andadura. Nadie sabe lo que nos deparará cada rincón de cada hora ni si habrá sorpresas en uno u otro sentido.

Como suele pasar, abro una ventana a la Web para dejar estas palabras de aliento a todos los que se incorporan al trabajo tras unos días de asueto, lejos de las preocupaciones y de los jaleos diarios. ¡Ánimo! No dejéis que la depresión os de un mordisco ni que el estrés os dejé molidos sobre los asientos. Es duro regresar, lo sé. Pero es cuestión de mentalizarse, de pensar que no hay otra que ponerse a trabajar para pagar las deudas monetarias de ese descanso (merecido, sin duda)... No hay otra que levantarse pronto...

¡Amenaza inminente!
¿Te lo olvidaste en casa al irte de vacaciones?
... y llegar al trabajo para recuperar el pulso...

¿Trabajo?
No. Así no se trabaja
  1. Póngase la ropa que va a llevar al trabajo tras la rutina matinal del baño y el desayuno.
  2. Coja el bolso / el maletín sin mirar el contenido
  3. ¿Ha cojido las llaves?
  4. Despídase de la familia con una sonrisa (si se le escapa una lágrima, ya la hemos liado)
  5. Coja el coche / el autobús y diríjase a su lugar de trabajo sin prisas, con la mente centrada en el manejo del vehículo (Un momento. ¿Recuerda lo que era conducir? Sorprendido)
  6. Aparque no muy cerca de la entrada a su lugar de trabajo y, así, verá que la ciudad sigue su curso pese a su ausencia.
  7. Saludos a los compañeros, batallitas, un cafelito mañanero...
  8. ...pero le espera el monstruo rodeado de carpetas, bolígrafos, notitas multicolores con códigos indescifrables y una chicharra que no deja de sonar.
  9. Sin alterarse, quítese la chaqueta / deje el bolso en el cajón, siéntese ante el monstruo, teclee su clave de acceso y deje que la pantalla se ilumine. ¿Recuerda que el sistema tiene que cargarse antes de acceder a su configuración?
  10. Este punto es muy importante. Mientras esto sucede (mientras el sistema carga), llame tranquilamente a los colegas de otras empresas para ponerles los dientes largos sobre su estancia lejos del campo de batalla laboral. No olvide mencionar puntos calientes como la maravillosa habitación del hotel, las actividades realizadas, los paseos, las relaciones establecidas, las fotografías, etc. Oirá gruñiditos, suspiros y ruiditos que no conseguirá identificar. No se preocupe: Sus colegas asumen que Vd. se lo ha pasado muy bien y está disfrutando contándoselo. Lo adivinará por el tono "Ojalá-te-siente-mal-el-café-y-la-reentrada-te-producta-el-efecto-de-una-patada-en-los-güevos". Ni caso.
  11. Cuando cuelgue el teléfono, respire hondo. Se acerca el momento tan temido. Mire la pantalla: El programa en cuestión está esperando que acceda y comience su jornada.
  12. Para acabar, es mejor que no piense. Simplemente, acceda al programa y húndase en un océano de enlaces, ventanitas, botones de retroceso, casillas, desplegables, procesadores de texto, hojas Excel...
Si mis humildes consejos no funcionan adecuadamente, lamento decir que su caso particular es especialmente grave... Tiene remedio, no tema... pero llevará un poco más de tiempo. Repita paso a paso los puntos mencionados más arriba hasta que se conviertan en una rutina. Podrá ir prescindiendo de algunos de ellos poco a poco. Ya lo verá.

Espero que estas líneas os hayan hecho sonreír al menos. Con esa intención las he plasmado aquí.

Un saludo. Sonrisa

¿Crisis? ¿Quién dijo crisis?

¡Hola!
 
 Me ha pasado algo curioso.
 
He ido a realizar mis compras de fin de semana y, dado que estamos a final de mes, he calculado al céntimo lo que me iba a gastar... Cuál sería mi sorpresa cuando he visto que parecía Navidad... o algo así... en el lugar donde he efectuado mis compras [No voy a hacer publicidad gratuita del sitio, que no me pagan por hacerlo... ].
 
¡Y luego dicen que hay crisis y que hay que recortar gastos!
 
Por ejemplo.
 
Una señora de cierta edad le decía a su hija, una chica que rondaba los treinta, "¡Que sí, boba! ¡Cójete los dos! ¡Qué más te da si a tu padre le van a pagar la semana que viene ya y a mí también!" y cuando se han ido, por curiosidad, esta humilde currante mira la etiqueta de la ropita en cuestión y casi lloro... ¡¡218,95€ del ala uno de los trajecitos!! ¿¿Pues qué llevan??¿¿Oro puro?? Pues no. Sólo son de lana con una pizca de viscosa... Qué decepción. Creía que tendrían algún aparatito de escucha, alguna microcámara o algún detector... o algo parecido...
 
Otro ejemplo.
 
Dos adolescentes [especie peligrosa donde las haya...] van cargaditas de bolsitas y se han reunido en una zona de descanso para, según sus palabras, "arreglar esto". Se refieren, como puedo comprobar un momento después, a meter todo en una bolsa e ir quitando bultos para que no les digan nada en casa. Mientras una lo "arregla", la otra la observa con carita de temor. "Tía, que nos van a decir algo", la dice a su amiga... y ésta, sin dejar de dar un buen meneo a tanta bolsita de papel o de plástico, va y suelta la perla: "¡Que se atrevan!¡He visto la nómina de mi madre y cobra 4,000€!¡Luego la bruja de ella dice que me quiere recortar la paga, que hay crisis!¡Y una mierda!" Boing!!! Primero... ¡Viva la educación! Segundo... ¡Menudas caraduras! Tercero... ¿¿Hay alguien por ahí que gane esa pasta y no vaya dejando un reguero billetes por el camino??
 
Buff!!
 
No quiero escuchar más porque, si lo hago, a mis delicados oídos van a llegar palabras que me van a producir calambres en las neuronas y ya las tengo muy cansaditas, pobres.
 
Termino mis compras y me dirijo a mi casa.
 
"Bah, tío!¡Deja ahí el coche que es de tu viejo!", oigo decir y miro a ver quién ha dicho esa maravillosa frase... y mis agotados ojos tropiezan con dos adolescentes más...del sexo contrario. Un momento. ¿Adolescentes... con coche? No van solos. Un chaval de unos 20 se apea del 4x4 plateado con cara de enfado. "No voy a dejar el coche ahí", les dice, muy serio, "Esperadme ahí, que voy a dejarlo en el Parking".Protestan, claro.Y el chaval de 20 años les mira, serio, y sentencia "Una de dos: O hacéis lo que os digo o volvéis a pie" [¡¡¡¡MILAGRO!!!! ¡¡¡¡Todavía hay esperanza!!!!] La historieta termina con los dos adolescentes de turno gobernados en firme por ese pacífico mozalbete con cara de listillo que ha ganado muchos enteros en la Bolsa de mi aprecio.
 
Sonriente, meto la llave en la cerradura del portal y accedo al mismo cargando mi bolsita ¡reciclada! de plástico con todas las biandas que me ayudarán a sobrevivir este fin de semana.
 
Tal y como me ha pasado, os lo cuento.
 
Un saludo.

Seguimos

¡Buenos días!

Como decíamos el otro día, comenzamos una andadura llena de misterios a resolver.

El primero que se me plantea es... ¿tendré la suficiente imaginación como para rellenar páginas y páginas de relatos, anécdotas, comentarios, etc, que pudieran ser interesantes para los posibles lectores?

La respuesta es simple.

Sí.

Supone un reto adicional el estar al teclado (en este caso) y comentar sobre temas variados, con arreglo a la idea original de este blog.

El añadido singular a la propuesta inicial supone un experimento agradable y didáctico para mí puesto que, nieta de maestros, debo cuidar la forma de expresarme y el modo en hacer llegar mis historias a cuantos pudieran leerme por lo que comenzaré mi andadura matinal comentando que mis abuelos, castellanos de Valladolid, nos dejaron a su descendencia una peculiar herencia en lo tocante a la curiosidad, a la investigación y al mimo al detalle. No conocí a mi abuelo, fallecido un tiempo antes de mi nacimiento, pero por lo que me cuentan de él, era un apasionado de la lectura (¡Ahora lo entiendo, abuelo!) y un humilde señorito de la época (hablamos de otros tiempos, cuando ir con traje y corbata suponía ser un "señorito") que fue encontrado en la mesa de profesor, sentado, solemne, ante un montón de pupitres vacíos... muerto. Por su parte, mi abuela (a la que sí llegué a conocer) era una mujer estricta en las lides académicas y la dureza de la época la hacía ser igualmente rigurosa. Por lo demás, por las historias que oigo y por lo que sé, era una pareja como tantas llena de contradicciones, broncas, silencios... y mucho amor.

Tuvieron cinco hijos, cuatro chicas y un chico... aunque, según cuentan las historias familiares, una de mis tías falleció siendo una niña aún. Hoy, los hermanos supervivientes viven desperdigados por el territorio nacional y pese a lo que se inculcó en su momento, el contacto no es muy frecuente. Todos están demasiado ocupados con sus vidas como para escribir una carta o hacer una llamada. Muy triste.

En otro orden de cosas, las hijas de su primogénita hemos tomado el testigo de su esfuerzo por enseñar... aprendiendo... y aprender... enseñando... sin llegar a pensar que tenemos todo el conocimiento del mundo mundial ni toda la sabiduría del Universo. En absoluto. Sentimos ansia por saber, por explorar, por conocer... Supongo que todo esto se lo debemos a la genética en cierta medida y por ello nos gustaría rendir un pequeño y sentido homenaje a nuestros ancestros. Estoy convencida de que, si supieran que estoy al ordenador, tecleando estas líneas, se sorprenderían sobremanera dado que en sus tiempos esto era brujería. ¿Una televisión conectada a una especie de chapa con botones alfanuméricos?¿¿Estamos todos locos?? O quizá se habrían asombrado al principio, pero luego habrían sido los primeros en ponerse al día.

¡Esto es cosa de brujerííííaaaa...!
Puestas así las cosas, creo que se quedarían con la boca abierta si supieran que ese artilugio podemos llevarlo tranquilamente en el bolso o en el bolsillo de la chaqueta...

Sí, abuelos.

Y hay unas cositas que se enchufan al aparatejo este que las puedes llevar como un colgante o como un llavero y en el que casi puedes meter el Espasa y te sobraría sitio para algo más aún. Se llaman memoria flash o pen drive y ya no los diseños que hay... ¡¡porque me tildaríais de chiflada!!

Así que os dejo tranquilos de momento, que una tiene que recargar la neurona después de pensar en todos los avances tecnológicos desde vuestros tiempos.

Un besote.